echada
no se fije en las echadas, sólo en las que están
poniendo (F. 35, 90 y 116).
Refrán popular exclamativo, funciona como los refranes
de tipo acústico en los que el principio del refrán
sirve de vínculo con la situación en que se aplica.
En este caso el uso paremiológico del refrán se
centra en la expresión "no se fije en las echadas"
cuyo sentido descansa en la palabra "echadas" que en
el habla popular mexicana tiene un doble sentido: significa una
bravuconada o fanfarronada, en primer lugar; y, desde luego,
tiene el sentido que le da el refrán refiriéndolo
a las gallinas cluecas. El refrán, de hecho, es para afrontar
una bravuconada Tiene una forma interlocutiva. Variante: "no
me fijo en las echadas, sólo en las que están poniendo"
(F. 70).
echada
son más las echadas que las ponederas (F. 131).
Refrán popular exclamativo, funciona como los refranes
de tipo acústico en los que el principio del refrán
sirve de vínculo con la situación en que se aplica.
En este caso el uso paremiológico del refrán se
centra en la expresión "no se fije en las echadas"
cuyo sentido descansa en la palabra "echadas" que en
el habla popular mexicana tiene un doble sentido: significa una
bravuconada o fanfarronada, en primer lugar; y, desde luego,
tiene el sentido que le da el refrán refiriéndolo
a las gallinas cluecas. El refrán, de hecho, se para afrontar
una bravuconada Tiene una forma interlocutiva. Variantes: "son
más las echadas que las cluecas" (F. 126); "son más las echadas
que las culecas" (F. 90); "son más las echadas
que las ponedoras" (F. 131); "son más las echadas
que las que están poniendo" (F. 24, 41, 64, 71, 80, 90, 122 y 126).
educación
la educación se mama con la leche (F.
66).
Refrán popular que significa lo que enuncia. En efecto,
la educación, buena o mala, se adquiere del medio en el
que se nace, se crece y se vive. Tiene la forma de una sentencia.
elote
nadie prueba los elotes antes que el milpero (F. 49).
Refrán ranchero que significa lo que enuncia. Se usa para
justificar el saber primario de quien hace o es autor de las
cosas con respecto a ellas. Se atiene al tópico de "quien
lo hace lo sabe primero". Para ilustrarlo toma la imagen
es rural del milpero como llama el habla campesina al sembrador
de milpas. Tiene la forma de una declaración constatativa.
embriaguez
la embriaguez anima, pero no ayuda (F.
89
y 116).
Refrán popular que propone la función de las borracheras
como medio de afrontar problemas: anima al emproblemado pero
no le ayuda en la solución de sus problemas.
enamorado
el que fuere enamorado, que no pierda la esperanza (F. 90).
Refrán popular del tipo "el que" que, en forma
de un consejo sentencioso, aconseja al enamorado no perder la
esperanza, a partir de tópicos como el amor todo lo puede
o la esperanza muere al último.
enamorado
quien no da de enamorado, menos da de arrepentido (F. 90
y 116).
Refrán popular que significa lo que enuncia. La generosidad
del enamorado amor es proverbial; la del arrepentido, en cambio,
es objeto de desconfianza para el refranero mexicano como los
atestiguan refranes del tipo de "ni amigo reconciliado,
ni pastel recalentado". Tiene la forma de una sentencia
establecida a partir de una escala de motivaciones en que se
reconoce al amor como ocupante de la cima.
encaje
es bueno el encaje, pero no tan ancho (F.
12,
66,
70,
90,
111
y 132).
Refrán popular de la variante "es bueno" que
se sustenta en el tópico consejo del "no hay que
abusar". Hay en el refranero mexicano otros refranes de
este tipo. Se atienen al esquema "es bueno X; pero
no Y". De hecho, un refrán del grupo interpreta
el tópico en estos términos: "es bueno el
uso, pero no el abuso". La estructura de estos refranes
es a dos columnas: la primera de ellas es la columna de lo que
"es bueno"; la segunda, en cambio, señala el
abuso. Los refranes de esta clase, por tanto, tienen el mismo
sentido paremiológico. Por ejemplo: "es bueno cortarse
el pelo, pero no raparse tanto"; "es bueno el cilantro,
pero no tanto"; "es bueno entrar al potrero, pero no
arrancar el pasto." Variantes: "está bueno el
encaje, pero no tan ancho" (F. 131); "me gusta el encaje, pero
no tan ancho" (F. 133).
enchilada
no confundas las enchiladas con los chilaquiles (F. 116).
Frase paremiológica que insta a no confundir una cosa
con otra aunque se parezcan. La formulación paremiológica,
sin embargo, más usada es la de una conminación
sentenciosa a partir de la expresión "no hay que
confundir" que tiene una serie de rasgos universalizantes
al adoptar una forma dea prescripción apodíctica.
La formulación "no confundas", pues, reduce
el texto paremiológico a una simple frase curiosa basada
en la aliteración de los vocablos "enchiladas"
y "chilaquiles".
enemigo
del enemigo de fuera se puede escapar; pero del de dentro, no
(F. 37).
Frase gnómica del campo nocional de las "frases célebres"
de tipo moralizante en que, mediante la contraposición
entre "enemigo de fuera" y "enemigo de dentro",
muy frecuente entre otros en círculos religiosos, se establece
el peligro de los enemigos de "dentro", entre los que
el refranero considera a los amigos por ejemplo en refranes como
"cuídame de mis amigos, que de mis enemigos me cuido
yo"
enemigo
enemigo menos, condenado más (F.
116).
Comentario de humor negro con escaso valor paremiológico
en el que se expresa la satisfacción por la muerte de
un enemigo a quien el dicho se apresura a condenar en el infierno.
Supone, por tanto, en una concepción cristiana del más
allá. Tiene una forma muy concisa muy frecuente en los
refranes mejor acuñados del refranero mexicano: "nombre
+ modificador .... nombre + modificador" equivalente,
proporciones guardadas a las construcciones clásicas de
caso absoluto.
enemigo
si quieres que sepa tu enemigo, platícale a tu amigo (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular que parte de la desconfianza hacia los
amigos expresada por el refranero de manera reiterada. Se basa
en el tópico "desconfía del amigo". Tiene
la forma de un consejo formulado en forma connativa. La fuerza
argumentativa del texto se basa en la contraposición "enemigo
... amigo".
enero
enero y febrero, desviejadero; marzo y abril, de todo ha de ir
(F. 89
y 116).
Refrán popular de origen ranchero relativo al clima por
cuyo motivo se constata que en los dos primeros meses del año
mueren los viejos, en tanto que en los meses tercero y cuarto
lo hace personas de todas las edades. Tiene la forma de una sentencia
cuyos hemistiquios, sin embargo, tienen rima al mezzo.
Variante: "enero y febrero, desviejadero" (F. 12, 37, 66, 89, 90, 122 y 132).
enfermedad
enfermedad, la mía; la de mi vecino, es maña (F. 35,
89,
90
y 116).
Dicho popular que, en forma irónica, expresa cuan propenso
se está a considerarse el centro del universo y a considerar
importante sólo lo que a uno le pasa. El texto del dicho,
como se ve, se entiende por sí mismo. Tiene una formulación
plástica de presentar el tópico "importante,
lo mío, no lo tuyo". Tiene una estructura concéntrica
que relaciona por una parte "enfermedad" y "maña",
y por otra, "mío" y "mi vecino".
enfermo
al enfermo, lo que pida (F. 12,
37,
66,
90,
116
y 132).
Principio un tanto irresponsable de medicina popular, muy bien
representado en el refranero mexicano, según el cual se
ha de consentir al enfermo cumpliéndole todos sus caprichos.
En realidad la tradición médica va en sentido contrario:
la medicina es amarga. Junto al refrán mexicano "si
con atolito el enfermo va sanando, atolito vámosle dando"
que se atiene al principio de medicina popular "para el
enfermo no sólo medicina, también cocina",
se puede invocar aquí el refrán español_
"al malo, palo, y al enfermo, regalo; el uno es malo y el
otro está malo"..
enfermo
si se alivia el enfermo, ¡bendito San Alejo!; y si se muere,
¡ah, qué médico tan pendejo! (F. 70
y 90).
Refrán popular que, en forma casuística, reproduce
las reacciones populares ante la enfermedad y la curación.
Variantes: "si se alivió, San Benito; si se murió,
doctor maldito" (F. 89); "¿se alivió?,
fue San Benito; ¿se murió?, doctor maldito"
(F. 116);
"que se alivió, San Benito; que se murió,
doctor maldito" (F. 89).
engordar
lo que no engorda, apendeja (F.
66
y 90).
enmendar
enmendar es saber (F. 12).
Refrán popular que asume como un acto de sabiduría
el cambiar de parecer y de actitud cuando se demuestran equivocados
según la tradición cultural judeocristiana arraigada
en México en refranes como "es de hombres sabios
el mudar de consejo". Tiene la forma de una declaración
sentenciosa.
enojar
el que se enoja, pierde (F. 12
y 90).
Refrán popular muy frecuente entre jugadores de cualquier
índole y muy invocado en ese contexto.
ensillar
antes de que te ensillen, ensilla tú (F. 35,
90
y 116).
Refrán popular que recomienda tomar la iniciativa ante
la perspectiva indudable de una agresión según
el principio del mismo refranero "al que te quiere comer
almuérzale tú primero". Tiene la forma de
un consejo. "Ensillar", aquí, según Rubio,
"ejercer un dominio absoluto y mortificante sobre alguna
persona".
ensillar
para ensillar, uno; para desensillar, cualquiera (F. 49,
105
y 116).
Dicho de rancheros relativo al trato con los caballos que significa
lo que dice. Supone, en efecto, que es conveniente que ensille
quien esté familiarizado con las mañas del caballo.
Para quitarle la silla, en cambio, cualquiera puede hacerlo.
Tiene la forma de una instrucción.
escoger
el que escoge, escoge lo peor (F.
37).
Refrán popular que dice lo que enuncia. Va en sentido
contrario de otros refranes del mismo refranero según
los cuales "el que parte y reparte, se queda con la mayor
parte".
escribiente
de que es malo el escribiente, le echa la culpa a la pluma (F. 66
y 90).
Refrán popular de corte sentencioso de la serie "de
que el o la.." o "cuando el o la.." se atiene
al sentido paremiológico de que cuando alguien es malo
en lo que hace busca las excusas más tontas. Hay varios
de estos refranes en el refranero mexicano. Uno de los más
usados es "de que el arriero es malo le echa la culpa al
burro"; o "de que el músico es malo, le echa
la culpa al instrumento".
escrito
mientras más escritos, más timbres (F. 116).
Refrán popular que en forma sentenciosa y declarativa
enuncia un hecho de la vida cotidiana refiriéndolo a las
cartas bajo la lógica de que entre más cartas se
envíen más timbres se necesitan. La fórmula
de inicio "mientras más" se usa en otros refranes
como "entre más". La estructura lógica
del refrán pertenece a la serie "entre más
... más" como "amigos, oros y vinos, entre más
viejos más finos" o bien "los parientes y el
sol, entre más lejos mejor". Hay, al contrario, otros
refranes en que la proporción es inversa del tipo "entre
menos ... más" como el muy usado refrán "entre
menos burros más olotes".
escupir
si escupo, que soy aguado; y si no, que soy reseco (F. 37,
90
y 122).
Refrán popular que sirve para expresar, mediante un ejemplo,
lo difícil que es contentar a los demás. Se usa,
por tanto, en situaciones de inconformidad. Variantes: "si
uno escupe, que es aguado; si no escupe, que es reseco"
(F. 116);
"si uno escupe, que es baboso; si no escupe, que es reseco"
(F. 116).
esfuerzo
lo que se hace sin esfuerzo y con pereza, no puede durar ni tener
belleza (F. 12).
Frase gnómica de carácter moralizante que significa
lo que enuncia. Tiene muy escaso valor paremiológico.
Tiene rima consonante entre el primero y segundo hemistiquios.
espanto
no te cause nunca espanto, duende ni muerto ni encanto (F. 37).
Refrán popular que en forma de un consejo exhorta a no
tener miedo a los seres de ultratumba y similares. Tiene rima
consonante entre ambos hemistiquios.
español
al español, puerta franca; al gachupín, pon la
tranca (F. 35 y 116).
Refrán popular que refleja las pugnas interétnicas
tanto en la Nueva España como en el siglo XIX. Pertenece
a los refranes de enunciador mestizo o refranes mestizos: se
refieren a los españoles desde el punto de vista de los
mestizos a él pertenecen refranes como el presente o como:
"si es indio, ya se murió; si es español ya
corrió". El refranero mexicano dejó constancia
clara de la figura del "gachupín" que la conciencia
popular mestiza identifica con un tipo especial de español:
el indeseable, frágil, cobarde y dinerero. Con respecto
a la relación entre el español y el gachupín
dice Rubio: "la colonia española en México
se compone de españoles y gachupines, en esta forma: los
primeros son decentes y trabajadores; los segundos son ordinarios
y holgazanes". Variante: "al español, puerta
franca; al gachupín, la tranca" (F. 66 y 90).
español
de español a gachupín, hay un abismo sin fin (F. 90
y 116).
De una de las opiniones que hubo en las pugnas interétnicas
a que hicimos referencia arriba este refrán popular documenta
la conciencia popular sobre la diferencia entre el español
y el gachupín de que hablamos arriba. Hay una rima consonante
entre el primero y segundo hemistiquios.
español
español que deja a España y que a México
se viene, cuenta le tiene (F. 90
y 116).
De las pugnas interétnicas vigentes en el México
colonial tanto como en el siglo XIX, principalmente, este refrán
refleja el rencor con que el refranero mexicano ve al español
que viene a México y se enriquece. Ello se explica, dice
Rubio, "por las grandes fortunas que han hecho en México
infinidad de españoles". Para documentarlo, cita
un refrán alusivo recogido por Sbarbi en su Diccionario
de refranes: "gánalo en México y gástalo
en Madrid". Hay rima consonante entre el primero y segundo
hemistiquios.
español
los españoles de hoy son los mexicanos de mañana
(F. 90 y 116).
Refrán popular aún hijo de las pugnas interétnicas
que, en forma de una declaración constatativa, dice lo
que enuncia.
esperanza
mata más una esperanza que un desengaño (F. 37,
90
y 116).
Refrán popular que, contra el tópico general de
que la esperanza por "morir al último" mantiene
encendido el último hilo de vida, dice que una esperanza
no cumplida es peor que el desengaño que proviene de una
cruda verdad.
esperanza
quien con la esperanza vive, alegre muere (F.
116).
La esperanza es un oasis de una felicidad que la realidad niega.
Quien se refugia en él, dice este refrán popular,
al menos muere alegre. El refrán está estructurado
sobre la contraposición entre vida y muerte.
esperanza
una esperanza verde, hasta de malobra sirve (F. 37).
espillante
los espillantes siempre floreados (F.
116).
Dicho de tahúres que recomienda que las barajas deben
sólo y siempre repartirse una vez que han sido barajadas
convenientemente para el gane.
espina
antes de entrar a las espinas, ponte el huarache (F. 116).
Refrán popular que en forma de un consejo significa, bajo
la figura del guarache y las espinas, que antes de emprender
algo hay que tomar las precauciones necesarias y proveerse de
los medios apropiados. Variante: "antes de entrar a las
espinas, ponte los huaraches" (F. 90 y 132).
espuela
espuelas de las mejores para el caballo mejor, pero en mejores
tacones (F. 105).
Refrán consejo del mundo de la charrería que significa
lo que enuncia.
espuela
si te doy con mis espuelas, seguro que no camelas (F. 105).
Dicho ranchero cuyo probable sentido paremiológico es
que quien anda bajo el acicate tanto de las necesidades como
de los problemas no tiene tiempo ni ganas de andar fisgoneando
y menos para andar de enamorado. La selección del no muy
usual vocablo "camelar" es por exigencias de rima.
Se usa tanto en sentido de "mirar" como andar piropeando.
espulgar
ni qué espulgarle a la que es pelona (F. 90).
Dicho popular que, en forma exclamativa, significa lo que enuncia.
Se usa para justificar por qué se abandona una búsqueda
cuando no se ha sacado nada con ella.
espumilla
no hay que confundir la espumilla con el carbonato (F. 49).
Refrán popular del tipo "no hay que" que funciona
como un consejo y que significa lo que enuncia. Tiene el mismo
sentido que refranes como "no confundas las enchiladas con
los chilaquiles" o "no hay que confundir los sopes
con las garnachas". En este caso se trata de no confundir
el carbonato con la "espumilla" como se llama un tipo
de polvo blanco que se extrae del lago de Texcoco.
estampa
la buena estampa de los caballos está en la troje (F. 49).
Dicho ranchero sobre caballos que significa lo que enuncia: la
buena pastura hace un bonito caballo.
estar
hay que estar cerca del que paga y lejos del que manda (F. 66
y 90).
Refrán popular que significa, en forma de un consejo,
lo que enuncia. Por razones obvias este dicho contrapone cerca
y lejos, respectivamente, del que paga y del que manda.
estómago
para un estómago lleno, cualquier alimento es malo (F. 110).
Refrán popular proveniente del ámbito culinario
o restaurantero que significa lo que dice. Es una formulación
en negativo de un refrán de vieja tradición hispánica
y, desde luego, mexicana como: "a buena hambre, todo pan
es bueno". El refrán, en efecto, presenta la situación
contraria. A saber: la comida ante alguien sin hambre. La respuesta
es la misma: con hambre cualquier comida en buena, sin hambre
cualquier comida es mala. Es declaración constatativa
de estilo sentencioso.
estornudo
por el estornudo se conocen los pulmones (F.
116).
Refrán popular de estilo sentencioso. Es de los refranes
semióticos del refranero mexicano: el refrán está
construido como la secuencia de un significante y su significado.
En el refranero mexicano hay, de hecho, varios refranes de esa
índole cuyo sentido paremiológico, por lo demás,
es el mismo y se atiene al tópico: el efecto conduce a
la causa. Por ejemplo: "por el hilo se saca el ovillo";
"por las hojas se conoce el tamal que es de manteca";
"por la pluma se saca el pájaro" o " por
el jacal se conoce al indio" ; "por el peso se conoce
la calidad de la panocha" ; " por el tufo se conoce
el petate" .
estornudo
tres estornudos, catarro seguro (F.
66).
Refrán popular que significa lo que enuncia. Se trata
también de un refrán semiótico. Su formulación
es un paradigma de concisión y del estilo sentencioso.
Su estructura, en efecto, es modelo de laconismo pues esboza
escuetamente la secuencia significante - significado en que la
enunciación del significado suena como a una sentencia.
estrenar
estrenar o desarrugar, es igual de bonito (F.
66
y 90).
Frase ingeniosa que significa lo que enuncia. Parece una especie
de eslogan de alguna dependencia gubernamental promoviendo el
ahorro. Se basa en una especie de asonancia y posible juego de
palabras entre "estrenar" y "estirar" figura
con que en algunas lenguas romances, como el italiano, se nombra
al acto de planchar. No parece tan adentro del habla popular
como para darlo como refrán y, en realidad, no es "igual
de bonito" estrenar que desarrugar.
estreya
de la estreya nunca el bada (F.
90
y 116).
Dicho que funciona como norma de cacos que, según Rubio
que lo recoge, significaría que en los robos de iglesia
nunca robar el cáliz.
estribo
el que pierde los estribos, pierde la cabeza y azota si no se
endereza (F. 49).
Refrán popular de origen ranchero que se estructura en
el doble sentido que tiene la expresión "perder los
estribos". El refrán, pues, puede ser entendido en
sentido literal y puede ser entendido en sentido metafórico
que es el que le interesa al uso paremiológico. El refrán
en forma sentenciosa aconseja no perder los estribos. Es decir,
no perder el control de sí mismo. Hay una rima consonante
al mezo entre las dos partes del segundo hemistiquio.
eternidad
sólo el que no se ha muerto, no sabe lo que es eternidad
(F. 116).
Refrán popular que se atiene a un tópico muy tradicional
en los refraneros hispánicos. A saber: solo que lo experimenta
lo sabe. A este tópico y, por tanto, tienen el mismo sentido
paremiológico refranes ÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿ |